martes, 24 de febrero de 2009

Solo es lástima.


La violencia es una de las variantes más catastróficas del miedo.

Simbolizar el comienzo de la violencia como una semilla sería enchastrar algo tan puro como el nacimiento, el génesis, de la potencia al acto, la violencia aunque no parezca tiene un extremo, que es la gestación aunque a veces crece demasiado, y tiene un límite que es la palabra inteligente, por que la palabra o el simple silencio también suelen ser el mas violento de los actos.

En la violencia no cabe lógica de pensamiento, es irracional. La violencia muchas veces suele ser amparada como un medio. Los medios son parte de la estructura y una estructura sin lógica no persiste, y es peligrosa.

En esos días sentía compasión por un ser tan involutivo, mirarlo ahí, matándose despacio, parado, colocando todo tipo de cosas que envenenen lo más rápido a su cuerpo. El tiempo es oro, cuando no se lo tiene, pero más aún cuando no alcanza para ser y hacer.

Pero justamente con el tiempo esa cosa empezó a desplegar su maldad, como un árbol en un patio de cemento.

Otras clases de cosas habitaban con él, su yunta era de la misma esencia, tal vez un poco menos mala, pero al ver su vientre entendí que era un lugar apropiado para gestar, someter y formar de acuerdo a una forma contraria a lo natural.

El veneno se repartía por todos lados, su esperma parecía más que engendrador y al poco tiempo su pedazo de carne ya comenzaba a rugir, y sus voluntades sobre esa vida tan nueva era como el ácido que mata y carcome. Noches enteras de gritos desgarradores, mi morada estaba unos metros arriba de su jaula, y lo sentía caminar por su techo, y golpear mi piso, pero lejos de temer sentía y siento lástima por el y todavía la siento.

No pasaron muchos días en comprobar que el primer escalón de la pirámide humana estaba debajo mío, a mis pies.

Ellos como un trío maligno siempre trababan se molestar y buscar mi ira.

Una mañana me proponía saber y entender por que tanta gente hablaba del cumplimiento de la ley y las instituciones, evidentemente él no lo sabía, y pretendía que yo no lo sepa, contrató a un grupo de obreros que comenzaron a picar con martillos y romper las paredes, ahí supe que podía abstraerme de ciertas situaciones. Y lo siguió intentando en otras ocasiones, siempre rompiendo, rompiendo, y volviendo a construir.

Continuará…

viernes, 13 de febrero de 2009

Tan frágil como encendida.

El des-orden volvió a mis días,
un caos para mi,
así se presenta el orden literario
que otra vez en mi camina.

De heladeras vacías,
cumplir horarios sin rutina,
sueños de novias perdidas
sin saber si duermo de noche,
en el sol de la tarde
despierto estos días.

La sensibilidad cambió
de una hora a otra
el cuero de vaca que antes me cubría,
ya volvió a fina piel de serpiente
reaccionaria, eléctrica,
tan frágil como encendida.

Y acaricio lo que quedó,
un cinto grueso de cuero legítimo,
y anhelo que me cubra
como antes lo hacía.
Cobarde, no quiero no,
acariciar esta vida.



A todos nuestros amigos, arquitectos del des-orden.