jueves, 30 de diciembre de 2010

???

Entre tantas insignificancias que siempre me he preguntado, puedo enumerar algunas,
Un 12 de septiembre del 02´me pregunte: como serán las comidas de los aviones sin cuchillos ni tenedores, de plastico?
Un agosto de 2003: que hago estudiando esta carrera?
El mes pasado: esta explosión me habrá roto el hueso?
Otra noche de 15 de diciembre de 2001: estrellamos el auto?
17 de agosto de 2007: esto es un sueño? no, no es un sueño... y ahora que hago?
Los calendarios son tan hermosos, primero habrán servido para planificar los períodos de campamentos, luego para las cosechas, mas tarde algun sacerdote del nuevo o viejo mundo, lo plasmó e hizo carne, comenzandose así a anotar las pariciones y con el pasar de algunos o varios años se comenzaban a festejabar los primeros cumpleaños, mas vulgarmente, fechas, o mas técnicamente marcación de un punto en una linea infinita, (estimo yo desde mi absoluta ignorancia).
Será eso el tiempo? el devenir? esa locomotora mas fuerte que cualquier constante, mas amigo que cualquier consejo, mas sabio que el mas antiguo roble, y con su vestido de sensillez, ahí, siempre está, observando y diferenciando lo antiguo de lo viejo y ahora de mi seguramente riendo!!! por que así parece ser, somos todos esclavos del tiempo.
Lo mas maravilloso, es que gracias al trabajo de estos miradores de estrellas vamos a poder marcar 2 puntos en una linea infinita y luego desde quien sabe donde, con un fibrón resaltador marcarla, quizá podamos mirar las mas maravillosas películas de la línea, o bien, nadaremos en ríos de caca, sin cabellos, ya que estos serán quemados por el calor del bajísimo, o bien someteremos el alma de un ser recién salido de un útero, quien sabe, nadie lo sabe.

En horas (una de las tantas medidas de vida), Otro nuevo período se inicia, agunos le dicen años, los años no importan, pero es buena esta tragedia de balances, de recuerdos, de momentos, de logros o sufrimientos, hay que vender sidras, cerrar balances contable$, $oplar velita$, o dar algun abrazo con sentimiento, separar los espacios de tiempo, infiltrando al nuevo espacio que comienza buenos augurios, metas, deseos de matrimonio, y tantos pensamientos comos personas existan.
Todos los eventos han sido para estar marcados en esta linea, que en su lomo lleva tantas marcas como lo reza alguna teoría según la cual, se podrían haber escrito infinitas veces este mismo texto, personalmente no compartida, únicos e irrepetibles milagros, andamos haciendo daniñadas, insignificantes y reducidos seres, que tenemos el raro privilegio de ir caminando un ratito, al lado de él, sabio tiempo.

Feliz Fin de Año!!!

domingo, 12 de diciembre de 2010

Siesta

Por mas que haga desmesurados esfuerzos para recordar este tipo de eventos, traer a la memoria algunas etapas de mi vida no suelen ser de las cosas que mejor me salgan.
Siempre hay encuentros, en mi caso situacines, de una debilidad emocional muy impactante que quedan en la ventana de la incociencia y salen a volar cuando menos las necesitamos. Caso contrario ocurre con aquellos momentos sutiles, increíbles, esos para colgar y adornar. Son estos los que no se asoman ni a mirar, no los podemos traer nunca.
Hay una situación que desmorona todos los conceptos anteriores, esta justo en la mitad, camina por la cuerda y se cae y nada entre estos dos caudalosos ríos. No se porque razón va y viene, no es cuestión del "me acuerdo o no me acuerdo", simplemente es "las dos cosas". A veces me las recuerdo, y otras veces no.

Este dilapida todo lo anterior.

Es septiembre, martes en Malabrigo, son las 14hs de un 1990. Les presento a LA SIESTA, la verdadera siesta. Momento sobrenatural.
Aunque parezca egocentrico todos sabemos que la verdad siempre estuvo en Malabrigo, no es algo que a los vecinos los sensibilice demasiado. Estan acostumbrados.
Si el placer se podría medir con un instrumento científico, dicho aparato no entendería nada en el momento de procesar las señales que el simple hecho de comer una mandarina debajo del árbol donde ha sido fecundada, a esa hora del día, no hay fundamento a ese placer, simplemente no los hay, es solo sentirlo.

Elegir la mandarina.
Ver a la mas elegante, a la escondida, a nuestra elegida, sin contradecirnos, no es un acto para nada amistoso si ese momento se comparte con un amigo. Inicial y único instante de tensión, cada uno buscando el fruto perfecto, que nunca es el mejor y de eso se trata, de buscar siempre la mejor mandarina. El que se queda con el fruto menos vistoso, siempre, para justificar su elección fallida, molesta haciendo alardes de las características organolépticas de su mandarina, a los demás no nos importa nada de de lo que dice, el trance se encamina, el momento de desnudar y destripar la mandarina.

Si rompés la cáscara del fruto con la uña del dedo pulgar de la mano derecha en el mismísimo lugar dnde hace solo un instante colgaba ella de su correspondiente rama, es por que alguna o muchas veces diría, conociste y compartiste este, ya venerado momento.
No es por nada, pero son pocos los que seguidamiente, pelan la mandarina con la destreza de los primeros habitantes de esta ciudad.
Aunque para muchos es de extrema facilidad, a este proceso, el 98% de las personas cree hacerlo bien, cosa no mas alejada de la realidad, que la del restante 2% que ofrece de este acto un verdadero show, digno de no creer si nunca lo viste con tus própios ojos, y si, se complican.
Y todo se hace eterno, los ojos apretados que duelen, las muelas suenan cual rasguño de metal, las glándulas salivales alborotadas derramando saliva sin control, las pupilas se dilatan y dejás de respirar, acabás de morder el primer gajo.
Siempre quise separar la mandarina ya pelada en dos mitades iguales, recién hace un par de años descubrí que aquellos fueron intentos en vano, este cítrico tiene cantidades impares de gajos. Siempre una de las mitades se lleva una de más.
Si bien es muy dificil hacerlo, el hecho de comer gajo a gajo te proporciona un ejericio de autocontrol muy importante. Es de personas con trastornos de ansiedad comer la mandarina con bocanadas de más de dos gajos a la vez, como también lo es tirar la cadena antes de terminar de orinar.

El gajo sin jugo jamás se traga.

Lo que resta es lógica. Mirás a tu alrededor y solo ves semillas, cáscaras y gajos desparramados por todo el entorno. No te dan ganas de juntarlos ni en tus mejores días.
Te oles los dedos durante todo el camino de regreso a casa, sentis que la siesta está llegando a su fin y es momento de buscar las bolitas de porcelana. Porque solo en Malabrigo se juega a las bolitas como corresponde.

FIN.

Curiosidades.
En la actualidad se siguen llevando a cabo las tradicionales competencias en las que todos los niños del pueblo se juntan en una de las tantas quintas de cítricos de la zona para participar. La competencia se basa en el echo de recolectar la mayor cantidad de mandarinas en un determinado tiempo. Aquel que cumplido el tiempo recoge la mayor cantidad se hace acreedo de algun modesto premio. Este verano se realiza en horas de la siesta, momento en que las habilidades de recolección están a flor de piel y donde las mandarinas están mas dispuestas a dejarse arrancar.


Texto facilitado Por Matias Fabbro.
A él, muchas gracias.