domingo, 28 de marzo de 2010

El mundo, es un pañuelo

En un centro de convenciones cristianas, en una república con cuarenta y pico de millones de personas, se puede encontrar a la peor enemíga de una prima desconocida..... nada casual...
En una ciudad de cientos de miles, uno puede terminar haciendo el amor desaforadamente con una amiga de una amiga...
En una época de racionamiento extremo y muchas carencias, se puede terminar como calígula, es decir, terminar pasando días de río con nuevas viejas amigas... por que nuevas? por que uno no las conoce, por que viejas, por que con tan solo una pequeña charla terminamos siendo casi parientes...
Esto analizado en un contexto nacional... cuando suceden estas cosas a miles de quilómetros suele ser mucho mas, extraño, divertido, y por que no exitante...
Velocidad, eternidad. Lo eterno es eterno, la velocidad resta tiempo al camino recorrido, pero no es tan simple, el vertigo, el motor, no es tan sensillo, catalizar muy rápido trae sus concecuencias.
Tengo 2 perfumes en mis manos, no se cuales son, de unas damas, que bello es besar damas despreocupadamente, acariciarlas y robarle el perfume, y después salir correr por el campo, perderlas, tirar todo objeto de comunicación al río (o al menos apagarlo), y volver a aparecer cuando la panza empieza a hacer ruido, es decir en unas horas, unos días, semanas o meses, y que todo vuelva a ser como la última vez, para robar el perfume de la piel, como un trofeo de guerra, y volver a practicar la operación de correr, y correr, pero nunca escondiendose, por que el mundo es un pañuelo, y en ese pañuelo lleno de mocos y microbios te pueden encontrar, y es mejor andar elegante y con cara de perdido, que escondido y con cuchillo.

No hay comentarios: